Como tal vez ya sepas, la semana pasada anunciamos el inicio de una pequeña serie de posts con la que pretendemos ayudarte a crear relatos genuinos de amor, terror, y humor. Después de sacar nuestro lado más romántico en la entrada del jueves, hoy nos toca vestir nuestras obras de suspense para conseguir que den auténtico miedo.
El género de terror es uno de los más interesantes en el mundo de la literatura. Es allí, en sus páginas repletas de sentimientos contrarios, donde observamos la condición fría y oscura del ser humano. Componer una escena de terror requiere, por tanto, que juguemos con el factor impacto y el factor morbo. ¡Sí, sí, el impacto y el morbo! Los mismos aspectos que hacen que el asesino corra a toda velocidad sobre su presa, o motivan las noticias amarillistas que nos hacen llorar por aquella pareja recién casada que, al borde de un peñasco, trágicamente resbala y muere ahogada en el mar.
Para no convertir la obra en un cliché, hay que aprender a utilizar estos recursos, si no quieres que tu texto destaque por su falta de talento y originalidad. ¡Deja de imitar el estilo de las películas americanas y permite que tu historia sea totalmente original! Aquí tienes 6 consejos que pueden ayudarte a lograrlo :)
1. Intenta no exagerar
Una vez más, tal y como hemos repetido en entradas anteriores, no debes forzar las emociones y la tensión que experimentan tus personajes. Paso a paso, ve sumergiéndolos en el miedo que inspira ese clásico enemigo, el cual muchas veces desde su silencio y ausencia sigue estando presente.
2. Déjales gritar… de otra forma
Sí, gritar, aunque no siempre tiene que ocurrir en la escena más escabrosa y peligrosa de la historia. Los relatos de terror se caracterizan porque los protagonistas viven bajo un estrés constante y se sienten profundamente abrumados. Incluso el fantasma, el asesino o el fenómeno paranormal que actúa como antagonista de tu historia, busca liberarse de su propia tragedia, así que deja fluir esta represión bajo una prosa asfixiante, en un grito silencioso.
3. La angustia es el factor clave
Cuando escribas un relato de terror, debes coger la sensación de vulnerabilidad del personaje y esparcirla por el telón de las páginas. Dicha angustia está relacionada con el tiempo y la manera en la que dejas que este fluya. Si cuentas todo con mucha rapidez, el lector no podrá sentir todas las emociones, secretos y temores de la obra. En cambio, si utilizas una prosa lenta e insegura, donde cada paso constituya un misterio y un peligro, generarás la sensación abismal que subyace a toda obra terror. Por ejemplo: “Seguía sin saber por qué el guardián había permanecido todo el día allí.”
4. Trabaja con intensidad el escenario
Recuerda, todo escritor debe jugar siempre con los escenarios y lugares en los que se desarrolla la historia, ya que constituyen otro medio para que el protagonista se exprese. Por lo general se trabaja con universos oscuros y nocturnos, la sensación de ceguera y frustración son necesarias, pero incluso el entorno más soleado y tranquilo puede generar angustia: “En el café, bajo la sombra del parasol que retenía el calor del mediodía, el clima era sofocante: todos almorzaban con total tranquilidad mientras el camarero seguía demorándose y demorándose en traer el pastel.”
5. Utiliza el atrezzo
Hasta un alfiler puede ser sinónimo del peligro y la tensión necesarios en los relatos de terror. Por tanto, no solo el entorno es importante, el atrezzo también juega un papel crucial en los relatos de miedo. Una ventana a punto de fragmentarse o un teléfono móvil que casi cae al agua pueden transmitir muy bien el sentimiento de riesgo a tu lector. De hecho, un objeto puede ser el mismísimo antagonista: ¿cuántas películas de terror se han construido en torno a una muñeca malvada o un objeto maldito?
6. Haz que tu lector sospeche de todo y de todos
“Y la puerta a medio abrir, dejaba a la vista un hilo de luz”. Hay miles de formas de provocar que el lector dude de las circunstancias y de introducirle en un mundo de sospechas. Elabora un mapa de pistas donde el balde de agua fría, una vela solitaria o una puerta cerrada describan el impacto que tienen en la psicología del personaje. Muchas serán irrelevantes y no tendrán valor argumental, pero servirán enormemente para despertar esa sensación fría y aterradora de que algo no cuadra.
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¿Qué opinas de estos consejos? Ya sabes, si quieres compartir tu opinión o tus propias recomendaciones solo tienes que dejarnos un comentario. Para el siguiente artículo echaremos un vistazo a cómo debes utilizar tu sentido del humor a la hora de construir un texto único y divertido. Mientras tanto, puedes ir poniendo en práctica lo aprendido llenando Sttorybox.com de fantasmas, aullidos y gritos ahogados ;)
¡Hasta la próxima!